"Estudiantes y Radios Comunitarias en Chile" (Opinión de Alejandro Linares, director Agencia
Pulsar, publicada x Página12, Argentina. * Director de la Agencia Informativa Púlsar, de la Asociación Mundial de
Radios Comunitarias - América Latina y Caribe (Amarc ALC)
Mucho se ha
dicho sobre la cobertura de los medios audiovisuales al conflicto estudiantil
chileno y su regodeo en escenas violentas sin ir al fondo de la cuestión.
También se ha señalado el rol importantísimo de Twitter en la convocatoria,
coordinación e impulso a las distintas movilizaciones. Poco se ha dicho, sin
embargo, sobre el lugar que han ocupado las radios comunitarias chilenas desde
el inicio de este proceso de reclamos por cambios estructurales en el sistema
educativo del otro lado de la Cordillera.
En Chile las radios comunitarias son reconocidas
pero deben limitarse a emitir con una escasa potencia que les impide llegar muy
lejos con sus señales. A esto se suma que sólo pueden acceder al 5 por ciento
del espectro. Ante esta desventaja, las radios populares chilenas han retomado
la vieja tradición de este movimiento de trabajar en red para multiplicar sus
voces en el largo país, ahora con la ayuda de Internet. La radio Juan Gómez
Millas, de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, ha tomado la
iniciativa y ha acompañado con coberturas especiales las primeras marchas en
junio, y todas las que siguieron.
Además de la apuesta periodística y política que supone montar programas para cubrir informativamente cada manifestación, las emisiones tuvieron tres características salientes: las conexiones con comunicadores de distintas regiones para conocer los reclamos más allá de Santiago, la voz permanente de los estudiantes secundarios y universitarios y la presencia en estudios de investigadores de la educación del país para conocer el fondo de las demandas, lo profundo de la injusticia en el sistema educacional y el proceso histórico de acumulación de la lucha estudiantil. Estos programas fueron retomados, vía Internet, por distintas radios comunitarias y universitarias de todo Chile.
Además de la apuesta periodística y política que supone montar programas para cubrir informativamente cada manifestación, las emisiones tuvieron tres características salientes: las conexiones con comunicadores de distintas regiones para conocer los reclamos más allá de Santiago, la voz permanente de los estudiantes secundarios y universitarios y la presencia en estudios de investigadores de la educación del país para conocer el fondo de las demandas, lo profundo de la injusticia en el sistema educacional y el proceso histórico de acumulación de la lucha estudiantil. Estos programas fueron retomados, vía Internet, por distintas radios comunitarias y universitarias de todo Chile.
A la limitación de la potencia y la marginación
estatal, las emisoras respondieron con trabajo en red. Conscientes del momento
histórico que marca este conflicto, han organizado durante esta semana una
Cadena Radial por la Educación. Fueron 1800 minutos de transmisión por los 1800
millones de dólares que se necesitan cada año para brindar educación superior
gratuita en este país. Cada radio aportó contenidos y pudo plegarse a la cadena
en distintos momentos de la programación.
Pero la red no se quedó detrás de las montañas. La
Agencia Informativa Púlsar, de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias en
América Latina y el Caribe (Amarc ALC), ha recibido, desde el inicio de este
proceso, reportes, entrevistas y notas sobre los reclamos estudiantiles, y las
ha expandido al resto de la región. Sus principales fuentes y destinatarios son
las radios comunitarias. Desde allí parten y hacia allí van sus noticias. Quien
haya sintonizado una de estas emisoras en los últimos dos meses en algún punto
de la región conocerá bastante sobre los argumentos que levantan las
federaciones de estudiantes y profesores chilenos. Allí suena cada día el
Informativo de la Agencia Púlsar, que no hace más que reproducir y
contextualizar las voces que llegan desde los reportes chilenos.
Amarc ALC ha marcado que históricamente en América
latina se ha condenado a las radios comunitarias a ser pequeñas, pobres y
pocas. Quizás ejemplos como estos –que abundan– convenzan a los Estados en la
región de promover y acompañar a estos medios con políticas públicas concretas.
De esto depende, quizá, la posibilidad de contar con más espacios para relatos
alternativos a los ofrecidos por los medios masivos comerciales.
"El Terror se basa en la
incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de
un acto de libertad" Rodolfo Walsh.
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