¿De dónde salió el transmisor?
Cuando Radio Placeres cumple un nuevo aniversario, una buena
amiga que trabaja en la emisora me ha preguntado un detalle acerca de mi
participación en el inicio de la gran aventura que fue la creación de ella.
Fui quien proporcionó el transmisor, elemento fundamental
para que una radioemisora funcione como tal.
Este transmisor, que lo recuerdo como un dispositivo
metálico de 10x30x40cms de volumen app., ingresó al país –junto a dos
“hermanitos”- proveniente de Europa, en el equipaje de Helen, una chica hermosa
y -por supuesto- no es sólo alusión solo a su apariencia física. Confiamos en
que “los dioses” ayudarían y no le revisarían el equipaje, como efectivamente
pasó. Eso fue a mediados de los 80, poco antes del terremoto del 85.
Eran los tiempos de la Comisión Juvenil de Valparaíso, que
asociaba a grupos diversos de cerros de Viña y Valpo. Teníamos una revista,
hacíamos un montón de cosas y, entre ellas, soñábamos con tener una radio. Me
conseguí los transmisores a través de redes personales, ligadas a grupos de
izquierda alternativa en Alemania y Suiza. No alcanzamos a tener radio...
En algún momento de fines de esa década, nos reencontramos
con Luis, con quien compartíamos militancia en el MIR para el 73. Ambos, en ese
momento, en otra disposición orgánica, pero con la misma disposición social y
política que nos había llevado en el pasado a ser “miristas”.
Lucho conoció al grupo que inició la radio y ahí supe que
podía ayudar a que ese sueño se concretará, en manos de otros. Pasé un
transmisor y, paralelamente, empezamos a
ayudar en la organización y otras cosas.
Lucho explica eso mejor que yo, en su historia...
Hugo González V.
Junio 2013
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