
Siempre
he escuchado radio y recorriendo el dial, como de esta nueva ciudad, como
encontrándose, me acuerdo de una mañana que estaba sonando música que me gustó
y lo dejé, lo dejé, lo dejé…..y de a poco comencé a cachar que era una radio
comunitaria, y debe haber sido por Abril, Mayo, que finalmente nos juntamos con
este compañero de la “Ciudad Invisible”,
y me invita a un ciclo de cine que realizaba la Radio Placeres, con
Ciudad Invisible y la Embajada de Cuba, en la Biblioteca Santiago Severín. Yo ya había estado yendo, pero nos quedamos
de juntar para ver una película, y llegué un poco atrasada, pero entré nomás
diciéndome que a la salida me encontraría con el compañero. Muy buena la película, pero no me acuerdo del
nombre, y salgo al final rapidito, para
encontrarme con el compañero.
Y
el compañero no apareció, y pasa que mientras estaba afuera esperando, habían
dos muchachos con una mesa con un pañito, una revista, unos marcadores de
libros y “Ciudad Invisible”. Entonces me acerco y les digo que estaba buscando
a este compañero; pero me dicen que no son de la revista, que son de la otra
organización que estaba organizando este ciclo, que era la Radio Placeres. Y
parece que es una parte de los radialistas, la dificultad para quedarse
callados, y así es que conozco a don René Squella y al conocido Dihablito.
Y
nos quedamos conversando, recuerdo que se fue todo el mundo y ya nos estaban
echando de la Biblioteca, y los chiquillos me invitaron a tomar una cerveza. Y
entonces, ahí también conozco “El Canario”. Entonces, tomando una cerveza,
recuerdo que el Dihablo me contaba de cuando él hacía radio en Argentina e
invitaban gente. Desde ahí me puse a escuchar con más frecuencia la Radio,
sobre todo “Aire Puro”, y me puse a mandar algunas noticias al René antes del
programa. En un momento, me voy a hacer unos talleres como de huertos,
autocultivo al sur, y me contaco con René como para hacer algo con la Radio. En
ese momento todavía estaban en el Mauri y justo viene la Operación Silencio;
entonces no pasa nada con esto, aunque alcanzamos a juntarnos dos semanas antes
de eso, y también entonces conozco al Divac, conozco también el estudio, pero
nunca pudimos hacer este programa porque se sale del Mauri y nunca más se
supo…..
Pero
se mantiene el contacto con Rene, y yo comienzo a ver con más frecuencia al
Dihablo con el Divac, y voy conociendo al Sata, al Felipe, a la Eli, a la Eve,
y comenzó a aparecer más gente que una escuchaba, pero no la conocía. Y es
gracioso, porque es como cuando conoces gente y sabes el nombre, pero no la
persona, y era simpático, porque conocía las voces pero aparecían las caras;
generalmente es al revés, se conocen las caras primero y luego las voces. Pero también es bonito ver
como agudizas otros sentidos.
Después
no recuerdo bien qué pasó, porque también era un momento raro para la Radio
Placeres, la cosa es que entre toda la gente que conocí, aparece Sandra Horn y
se entera que estoy estudiando Periodismo y se le ocurre que, como periodista,
yo debería saber cómo funcionan los equipos de la Radio. Yo creo que aparte de ponerle play a la radio,
y poner los casettes cuando grababa casettes de la Radio, no tenía ni idea de
nada más, nada, de nada, de nada. Entonces, así es como aparezco en la COMTEC
(Comisión Técnica), sin aparecer todavía en la Radio Placeres. En todo caso, ya
estaba colaborando con más frecuencia con Aire Puro y haciendo algunas otros
aportes. Y entonces, en la COMTEC, empiezo a aprender de la Radio,
Y
yo estaba chica todavía, tenía 18, 19 años, y entro como a la magia de la
radio,. Creo que todavía no entiendo esa magia de que tienes encendido un
micrófono, tienes dos cables enchufados, una antena y de repente se puede escuchar
en todos lados lo que estás hablando. Eso era tan mágico y comencé a meterme en
eso, con los chiquillos, harta ayuda del Palito, del Cano, con la experiencia
de la Sandra y el Divac, y aprender. Recuerdo que no entendía nada al
principio, y ahora me parece chistoso, porque era chica y los demás eran
grandes, y yo decía cómo no voy a entender esta cuestión, si no puede ser tan
difícil. Enchufar dos cables….. y después decía, y si es como en las películas
y es una bomba?...Y me equivoco y explota todo? …. Reflexiones de ese
tiempo…... Hasta que agarré confianza, que me la dieron los chiquillos, y ya
comencé a ser también permanente en Aire Puro.
Entonces
se hizo necesario que también comenzara a ir a la Asamblea de la Radio, porque
ya llevaba 6 u 8 meses y tenía que integrarme a la Radio, lo que me complicaba,
porque también tenía que estudiar. De todos modos, era inevitable que tenía que
ir a la Asamblea, así es que comencé a aparecer en la reunión. Y fue gracioso,
porque el rito era que una se presentaba porque se supone que no la conocen;
pero ya todos me conocían, y yo los conocía a todos. Creo que al único que no
conocía era al Aldo, el que hacía el programa de Ska, pero también ahí me dí
cuenta que Aldo no era habitué del Canario, donde llegaban todos. Y desde ahí comencé a ir, y me quedé,

Hoy
estoy en lo que yo llamo “un año del caracol” , y mi mochila es mi casa. Sé que
hay principio mínimos que aprendí en la Radio,
pero también me quedo mucho con lo que en un momento heredamos de la
Radio La Tribu, y que también lo dijimos nosotros, “Apaga la Placeres y haz tu
propia radio”. No es que quiera una radio para mí, sino que vas recorriendo
otros lados y te das cuenta que es lo mismo hace un montón de años, y que
simplemente ha faltado alguien que esté allá nomás.
Ya
soy periodista, pago pasaje completo, y en las vueltas tengo que ver qué voy a
hacer en el futuro. La distancia permite ver las cosas con perspectiva, y eso
ha hecho que tenga que pensar dónde me voy, y hacer las cosas sin sentirme
fuera de la Radio. He tenido tiempo para pensar estos meses, y además el
desierto achurrasca las ideas…..
Creo
que a veces hay que mirar la Radio con perspectiva. Ya llevamos 25 años, vamos
para los 26 y no podemos pretender que esto sea un constante mirarnos el
ombligo Creo que lo bonito de la historia de la Radio, es que siempre ha sido
un organismo vivo, de mucha vida, de muchas decisiones importantes, y no sé si
esa falta de perspectiva que hay a veces, no permite tomar decisiones o no
permite a algunas personas verse en el espacio. Y entenderse dentro de un todo
también. Es como los males del tiempo a veces, como los males de la sociedad actual.
Es sentír que lo chiquitito que estás haciendo, es parte de algo más grande. Y
en la Comisión Técnica, es que sabíamos que lo que nosotros hacíamos, nadie lo
veía; pero lo que hacíamos permitía que los compañeros que hacían programas, lo
pudieran hacer. Sabíamos que había una dependencia de ambos, pero eso hacía que
hubiera un orden, una parrilla, entonces todos nos entendíamos dentro de eso,
de un todo. Y ahora siento que, por más que se diga, no lo siento, ese sentido
de equipo, el sentido de un todo.
Agosto
2015
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