[Integrante del Equipo Reorganizador Radio Placeres Año 2004]
Capítulo IA saber:
Corría el verano del 2002 y en uno de sus tantos viajes místicos, específicamente en uno realizado al Perú, Z tiene una visión profética tras consumir ayahuasca de mala calidad en las selvas de ese país. Inmediatamente de vuelta a Chile, pasa a verme a mi casa en Arica. Yo andaba de vacaciones tras la bajada de trasmisiones de RP en diciembre del 2001 totalmente triste y a punto de hacerme evangélico; fue entonces que llegó con una idea (que cambió nuestras vidas) y una propuesta (hecha semanas antes por Patricio Contreras, fundador y director de RP hasta el momento del cierre )
Con Z, nos habíamos conocido un año antes apostando en las carreras de caballos y además haciendo de palos blanco en la calle para el truculento y tradicional "Pepito paga doble", pero esa relación se fortaleció aun más con nuestro trabajo en RP, tanto así que llegó a mi casa con la firme convicción de que debíamos levantar de nuevo la radio y que el Pato le había asegurado que sólo confiaba en nosotros dos para pasarnos los equipos y la chica responsabilidad de continuar el proyecto. Yo tenía apenas 23 años y estaba aún estudiando, pero me confié de la experiencia de Z y sus entonces 42 años muy bien llevados.
Con el viento y el sol en la cara en aquellas cálidas aguas nortinas nos terminamos de convencer mutuamente, y lo primero que decidimos fue que esta nueva etapa, a diferencia de las anteriores, iba a concentrarse en desarrollar a Radio Placeres como un Medio de Comunicación principalmente, ya no como un Centro Cultural.
Atrás quedaban años de preuniversitarios, bibliotecas comunitarias, estudios de grabación, asesorías judiciales gratuitas y hasta almuerzos comunitarios con las sobras de los basureros del Mercado y que fueron organizados por anarkistas radiales, cosa que no es ni fue chiste. No es que ninguna de estas cosas estuviera mal (salvo la última claro) pero nos reportaban un desgaste enorme, tanto física como económicamente, partiendo solo por el mantenimiento de la gran casona que ocupábamos, cuyo arriendo alcanzaba la exhorbitante cifra de 216.000 pesos mensuales !!, pagadas con cuotas de 2500 por cabeza.
En esos años la radio estaba constituida por una asamblea que se reunía todos los sábados desde las 16 horas (en realidad se partía a las 17 adivinen por qué ) hasta que nos cansábamos, o sea hasta pasadas las 21 horas. De esta instancia participábamos todos los relacionados directa o indirectamente con RP y tenían voz y voto incluso los que llegaban a las 18 luego de la siesta y podían oponerse a todo lo trabajado, vale decir, podía llegar mucha gente, pero los que trabajaban, trabajaban, en realidad no alcanzaban ni al diez por ciento, y ellos tenían que responder por todo lo enumerado anteriormente, incluida la infaltable asamblea del último sábado de cada mes donde había que juntar la plata del arriendo y las arcas por supuesto que no tenían ni 50 lucas.
De cosas como esas estaba hecha el cotidiano de RP, y entre ellas, la emisión radial, que para esos años ya contaba con claro prestigio a pesar de que se limitaba sólo a transmisiones desde jueves a domingo, de 18 a 23 horas. No habían ni computadoras ni mp3, todo era manual y las continuidades se hacían personalizadas y a puro casette y cd. Imagínense los programadores de listas de ahora cómo era hacer la pega en esos años. Era todo más bien artesanal en lo técnico. no obstante la calidad de algunos programas (Palabra de Mujer, La ventana de las olas, El sueño del Esquimal, la que mezclaba) y el exotismo de otros...(¿alguien sabe que fue de la señora Luisa, la que mezclaba a cristo con recetas de cocina, consejos de salud y un millón de cosas más?).
RP como un medio de comunicación más potente y más consolidado de lo que ya era, esa era la principal idea. "Yo puedo hacer un programa todos los días de dos horas" me dijo Z; yo por supuesto pensaba que era imposible, sin producción ni dinero, a puro ñeque. Y fue lo que hizo con "Ruleta Rusa" y lo que terminé haciendo yo también, con "Mundo Placeres". (ahh que tiempos cuando funcionaron en paralelo y pleno apogeo ambos espacios). Porque si hay alguien de quien aprendí mis primeras y más importantes lecciones radiales ese es por supuesto Z, y esto último tampoco es chiste. Esa pura convicción del negro "Podemos levantar la radio" y "Yo puedo hacer un programa diario de dos horas sin dinero" me hizo dejar la depresión, mis visitas al siquiatra y a la iglesia de los santos de los últimos días.
Pero volvamos a la historia. De vuelta en Valparaíso, en marzo del 2002, nos entrevistamos con Pato, quien reitera todo lo dicho a Z y que sí, que por supuesto que confiaba en nosotros y que era posible tener de nuevo la Placeres, y que bueno que podía ser así y teníamos las ganas, porque él después de 18 años decidía colgar los audífonos.
Teníamos entonces una propuesta y una idea, faltaba entonces el equipo; porque tal y como ahora, sabíamos que solos no íbamos a ser capaces ni siquiera de hacer cuñas. Entonces comenzamos a pensar en Gente, y fue así que apareció otro importante pieza del nuevo engranaje Placeres, el señor Richard Muñoz Ojeda.
esta historia continuará...
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